Si el reloj me lo permite

Simplemente me limitaré a observar.
No hablaré, no cogeré sus manos, ni besaré sus labios...
No quiero que me desnude y me tumbe junto a él.
No quiero abandonarme entre sus brazos y despertar en sus ojos al dá siguiente
Tan solo querría pasar las horas observándole,
si el reloj me lo permite y el deseo se va tras de él...
Es tarde, lo sé, pero no apagaré la luz esta vez,
sólo miraré...
por si le encuentro perdido dentro de mi o por si él está cansado ya de mirarme...
Debería ayudarle, pero prometí que simplemente observaría...

Vivir

Despertar...y volver a mirar al cielo...
Caer... y volver a mirar las estrellas que cumplían deseos sólo para matarlos después...
Parar el tiempo, besarle los pies, sólo para poder regalarte un segundo más de vida...
Amar el silencio, hablar con él y contarle aquel cuento que te hizo llorar...
Ser valiente, tener presente que sólo desde el suelo es posible llegar a ver el cielo...
Recordar...y sentir que solo desde el mar puedes tocar el sol...
....Sentir su calor, abandonarte en sus brazos en la noche...y caer conociendo su muerte...tu muerte...

Palabras y silencio

Llévame contigo, perdámonos. El mundo callará nuestras palabras.
Se esconderán en el humo de tu cigarro y no las veremos volver...
Quedarán presas en el gris de su cuerpo
Sí, ya sé que debo llamar al olvido,
ese olvido que se negará a borrar aquella imagen...
Sé que debo dejar de abandonarme en aquellas manos;
aquellas que me dieron tanto para quitármelo después,
dejándose caer en el vacío...
Mientras mires el cielo en cada atardecer,
Tu compañero -el silencio- buscará en cada reflejo rojizo del cielo tu cielo, nuestro cielo.
Aquel que cada noche pierde para ti una estrella,
aquel que después la recoge para llevarla a mi cama,dejando que pasen las horas en las que una vez más pensaré en la ausencia de aquellas palabras que se perdieron en el humo gris de tu cigarro consumido por el tiempo